Los inútiles: Lo viejo y lo nuevo es una pieza para público adulto que sigue la investigación formal y narrativa que llevamos a cabo desde el inicio de nuestra Trilogía del hijo hace cuatro años. Esta nueva pieza sintetiza todo aquello aprendido en dicha trilogía: el trabajo sobre el performer amateur, la recreación de mundos escénicos y la narración visual. Hemos querido emprender un camino hacia un dispositivo escénico que explote al máximo estas “narrativas silenciosas” que surgen de la conjunción de la potencia viva de las imágenes escénicas y de una fuerte dramaturgia textual, en la estela de nuestras inquietudes recurrentes.

Para ello nos cuestionaremos dos materiales concretos: por un lado, la novela El castillo de Franz Kafka; y por otro lado, el cuerpo no profesional, representado por un colectivo que surgirá del tejido sociocultural donde desarrollaremos la pieza: un grupo de cuatro niños y niñas de entre 5 y 8 años. Con ellos trabajaremos una situación (un estreno anulado de El castillo de Franz Kafka) y acción muy concreta (el explicar cuentos): en escena, este grupo explicará cuentos sin cesar para mantener la atención de los espectadores asistentes.

De cara a TenerifeLAV, proponemos trabajar durante las dos semanas de residencia con un grupo de niños y niñas de entre 5 y 8 años, teniendo en mente este “acto de explicar cuentos”. Tanto el director de Ça marche, Nico Jongen, como la músico y artista sonora Aurora Bauzà conduciríamos estos talleres donde, a través del sonido, investigaremos la manera de crear un dispositivo sonoro-estético a partir de la voz de nuestros performers. Al encontrarnos en una primera fase del proyecto, estas dos semanas se plantearían como proceso de investigación y prueba de las hipótesis planteadas en este dossier.

Uno de nuestros intereses principales para esta pieza es construir un dispositivo escénico que funcione de manera independiente (construyendo una dramaturgia textual y visual fijada) para después confrontarlo y adaptarlo a la especificidad del colectivo y de
las imágenes creadas con ellos. Aprovecharemos la elocuencia de El castillo como pretexto y la narraremos libremente a través de corporalidades cotidianas, usando varias estrategias poéticas, reduciendo incluso algunas partes del texto a la mínima expresión de una imagen, aprovechando la potencia visual de nuestros intérpretes.