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TU TI TE_NXS es un taller coreográfico, polifónico y performativo sobre la potencia transformadora y resonante de la vida desde la alteridad. Creado y dirigido por Javier Cuevas y compuesto junto a cuerpos y subjetividades diversas y contrahegemónicas: mujeres de cualquier edad y condición, personas con identidades y orientaciones disidentes (LGTBIQ+), con capacidades diversas, racializadas, migrantes, diagnosticadas y/o subalterizadas.

 

Dice Suely Rolnik en Esferas de la insurrección que limitarse a promover la “inclusión” no solo revela que las derechas y las izquierdas tradicionales tienden a tomar la cartografía dominante como referencia, sino también -o más que eso- que la consideran la referencia absoluta y universal según la cual todas las demás deberían moldearse.

 

Y es que, desde el punto de vista de la cartografía dominante, las diferencias de cualquier modo de existencia en relación a ese absoluto universal son interpretadas como índices de retraso en las etapas de un supuesto “progreso civilizatorio“ al que estaría destinado el conjunto de la humanidad.

 

De esta manera se neutraliza la experiencia singular de estas subjetividades y se rechaza toda y cualquier alteridad.

 

Lo más grave es que con esto se pierde el acceso a la imprescindible experiencia de habitar la trama relacional que constituyen los distintos modos de existencia y, sobre todo, a la experiencia de sostener los posibles efectos transformadores que derivarían de esta trama, haciendo caducar la cartografía dominante.

 

Este es el caso de cómo se reacciona a los movimientos que hoy en día se suceden, por ejemplo, en el terreno de la lucha feminista, de la experimentación de nuevas subjetividades sexuales o del orgullo loco que confrontan a las prácticas y narrativas hegemónicas. Reacciones que confinan y modelan la fuerza erótica, cuya posibilidad de variación y transfiguración sería indispensable para la salud individual y social.

 

Si -citando de nuevo al Rolnik- llamamos operación artística a la creación de nuevos modos de existencia que dan cuerpo a las demandas vitales, es porque en la cultura moderna occidental propia del régimen colonial-capitalista, el ejercicio de la fuerza de creación se encuentra confinado en una actividad específica a la que se decidió dar el nombre de arte, y cuya institucionalización data de poco más de dos siglos.

 

Es por ello que planteamos desde los cuerpos (pensamiento, movimiento, afecto y sonido) un desconfinamiento de este poder transformador que es el arte. Y es precisamente -y especialmente relevante- que esto suceda a través de un proyecto propuesto y motivado por la propia institución, mediante un encuentro profundo y curioso entre cuerpos y subjetividades diversas, capaces de provocar resonancias poderosas en otros cuerpos a través del proceso de creación y de la exposición pública. Un anuncio que tenderá a movilizar otros inconscientes por medio de esas resonancias, agregando nuevas aliadas a las insubordinaciones en esa esfera.

 

Las nuevas aliadas (el público y las personas que componen el grupo de artistas profesionales y no profesionales del taller) tenderán a su vez a lanzarse en otros procesos de experimentación en los que se performarán nuevos devenires del mundo, imprevisibles y distintos de los que los movilizaron.

 

Pequeños gestos de resistencia desde unos cuerpos diversos y alterizados, que ponen en escena esa voluntad de perseverancia de la vida que, en los humanos, se manifiesta como impulso de anunciar mundos por venir, en un proceso de creación y de experimentación que busca atenderlos, cuidarlos y expresarlos.

 

EL DESEO

Y LA CREACIÓN

DE MUNDOS POR VENIR

 

Necesitamos acceder a nuevas posibilidades de vida. De vidas. Nobles, prolíficas, diversas, singulares y colectivas; capaces de reapropiarse de la fuerza erótica y del deseo del que el sistema nos priva, como una máquina extractora, para conservar los pilares predadores sobre los que se ha ido construyendo esta sociedad altamente insana para humanos y no humanos.

 

Hemos de encontrar juntas las maneras de recuperar y compartir ese deseo. Deseando a su vez nuevos mundos posibles por venir que, desde la escena, se pueden imaginar y poner en juego (to play). Activar y actuar nuevas tramas, nuevos juegos, nuevas sonoridades, nuevos volúmenes en el espacio, nuevas materias y fisicidades con las que componer un material sensible, alegre y profundamente resistente a los designios del modelo proxenetizador de pulsiones y diferencias que el patriarcado nos impone. He aquí la potencia clínico-política del arte: la de proponer proponiendo propuestas. La de imaginar imaginarios que imaginan. La de mover movimientos que mueven (y que conmueven).

 

TU TI TE_NXS es un taller coreográfico, polifónico y performativo sobre la potencia transformadora y resonante de la vida desde la alteridad. Creado y dirigido por Javier Cuevas y compuesto junto a cuerpos y subjetividades diversas y contrahegemónicas: mujeres de cualquier edad y condición, personas con identidades y orientaciones disidentes (LGTBIQ+), con capacidades diversas, racializadas, migrantes, diagnosticadas y/o subalterizadas.

 

Dice Suely Rolnik en Esferas de la insurrección que limitarse a promover la “inclusión” no solo revela que las derechas y las izquierdas tradicionales tienden a tomar la cartografía dominante como referencia, sino también -o más que eso- que la consideran la referencia absoluta y universal según la cual todas las demás deberían moldearse.

 

Y es que, desde el punto de vista de la cartografía dominante, las diferencias de cualquier modo de existencia en relación a ese absoluto universal son interpretadas como índices de retraso en las etapas de un supuesto “progreso civilizatorio“ al que estaría destinado el conjunto de la humanidad.

 

De esta manera se neutraliza la experiencia singular de estas subjetividades y se rechaza toda y cualquier alteridad.

 

Lo más grave es que con esto se pierde el acceso a la imprescindible experiencia de habitar la trama relacional que constituyen los distintos modos de existencia y, sobre todo, a la experiencia de sostener los posibles efectos transformadores que derivarían de esta trama, haciendo caducar la cartografía dominante.

 

Este es el caso de cómo se reacciona a los movimientos que hoy en día se suceden, por ejemplo, en el terreno de la lucha feminista, de la experimentación de nuevas subjetividades sexuales o del orgullo loco que confrontan a las prácticas y narrativas hegemónicas. Reacciones que confinan y modelan la fuerza erótica, cuya posibilidad de variación y transfiguración sería indispensable para la salud individual y social.

 

Si -citando de nuevo al Rolnik- llamamos operación artística a la creación de nuevos modos de existencia que dan cuerpo a las demandas vitales, es porque en la cultura moderna occidental propia del régimen colonial-capitalista, el ejercicio de la fuerza de creación se encuentra confinado en una actividad específica a la que se decidió dar el nombre de arte, y cuya institucionalización data de poco más de dos siglos.

 

Es por ello que planteamos desde los cuerpos (pensamiento, movimiento, afecto y sonido) un desconfinamiento de este poder transformador que es el arte. Y es precisamente -y especialmente relevante- que esto suceda a través de un proyecto propuesto y motivado por la propia institución, mediante un encuentro profundo y curioso entre cuerpos y subjetividades diversas, capaces de provocar resonancias poderosas en otros cuerpos a través del proceso de creación y de la exposición pública. Un anuncio que tenderá a movilizar otros inconscientes por medio de esas resonancias, agregando nuevas aliadas a las insubordinaciones en esa esfera.

 

Las nuevas aliadas (el público y las personas que componen el grupo de artistas profesionales y no profesionales del taller) tenderán a su vez a lanzarse en otros procesos de experimentación en los que se performarán nuevos devenires del mundo, imprevisibles y distintos de los que los movilizaron.

 

Pequeños gestos de resistencia desde unos cuerpos diversos y alterizados, que ponen en escena esa voluntad de perseverancia de la vida que, en los humanos, se manifiesta como impulso de anunciar mundos por venir, en un proceso de creación y de experimentación que busca atenderlos, cuidarlos y expresarlos.

 

EL DESEO

Y LA CREACIÓN

DE MUNDOS POR VENIR

 

Necesitamos acceder a nuevas posibilidades de vida. De vidas. Nobles, prolíficas, diversas, singulares y colectivas; capaces de reapropiarse de la fuerza erótica y del deseo del que el sistema nos priva, como una máquina extractora, para conservar los pilares predadores sobre los que se ha ido construyendo esta sociedad altamente insana para humanos y no humanos.

 

Hemos de encontrar juntas las maneras de recuperar y compartir ese deseo. Deseando a su vez nuevos mundos posibles por venir que, desde la escena, se pueden imaginar y poner en juego (to play). Activar y actuar nuevas tramas, nuevos juegos, nuevas sonoridades, nuevos volúmenes en el espacio, nuevas materias y fisicidades con las que componer un material sensible, alegre y profundamente resistente a los designios del modelo proxenetizador de pulsiones y diferencias que el patriarcado nos impone. He aquí la potencia clínico-política del arte: la de proponer proponiendo propuestas. La de imaginar imaginarios que imaginan. La de mover movimientos que mueven (y que conmueven).

 

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